Como está cayendo el diluvio del siglo y no podemos salir a la calle, ni siquiera hablar, porque no se oye nada... voy a ver si os cuento un poco más de la vida por aquí.
El sábado, después del carnaval, fuimos al matadero a por un poquito de carne para hacer un asado. Era la primera vez que veía una vaca en esas condiciones y tras superar la prueba, puedo decir que no hay razones para hacerme vegetariana (hay fotos, pero creo que todos sois capaces de imaginarlo). Fuimos a casa de Federico a comer y después celebramos el cumple de una de sus hijas en el parque. ¡Cuántos años sin celebrar una fiesta con globos, jamones de azúcar y piñatas!
El almuerzo estuvo super bien, cocinamos la carne con leña y la acompañamos con una ensaladita super completa, con algunas cosas de su propio huerto y vinagre de manzana casero. Para no perder la "naturalidad" del momento, bebimos refresco de piña (se trocea la piña en pedazos muy pequeños, se añade agua y azúcar al gusto.. y a disfrutar!) en un vaso muy especial, la propia piña. Algunos utilizamos platos convencionales, pero como no había suficientes para todos, otros decidieron utilizar la corteza del coco para apoyar su comida. Los cubiertos eran los propios dedos, que tienen más proteínas. A pesar de mi completa descripción, es posible que alguno aún no sea capaz de visualizarlo, así que... ahí va la foto.
Ñam, ñam...
Cuando terminamos el banquete, nos acercamos al parque montados al más puro estilo Pekin Express en la parte trasera del "pick-up". Ahí llevábamos las dos piñatas que habían preparado y un montón de caramelos para meter dentro. Hinchamos globos, colgamos los jamones de hilos para que los comieran sin usar las manos y preparamos un barreño con agua y manzanas, para intentar cogerlas sólo con la boca. Cuando empezaron a llegar los invitados, empezó el trabajo de Elena, pincel en mano, se dedicó a pintar la cara de los niños con corazones, soles y demás... ¡Estaban todos super contentos con sus obras de arte!
Colgando globos y jamones con Tim y Shannon
Art attack
Piñata
Como todo cumpleaños, hubo tarta y regalos, pero como eso pasa en todos las celebraciones, no lo cuento, que no tiene gracia. Además, ya es hora de irse a dormir.
¡Buenas noches adorados lectores!
P.D: Si alguien se pregunta por qué llevo esa cosa en la cabeza, diré que la culpa era del flequillo, pero no os preocupéis, ayer Elena se deshizo de él a golpe de tijera. Si hay tiempo, pondré algunas fotos del proceso.
siiiiiii, quiero ver vuestro ensañamiento contra tu flequillo... nunca te he visto sin flequi! Y mientras aquí estamos "falleando" vosotras allí de cumpleaños guatemaltencos y ruinas mayas...menuda diferencia...mejor no pensarlo mucho, que si no me dais demasiada envidia :) Si estuvieses algo más cerca ten por seguro que me pasaría a veros!! Un beso!!!
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