viernes, 25 de marzo de 2011

Talando árboles


Hace una semana tuve mi primera experiencia con la motosierra. Si alguien se lo pregunta, informo de que no hubo heridos, por lo que si cuando regreso no tengo trabajo, me compro una y os arreglo las parcelas y jardines.
Una vez metidas en el mundo de la tala no podíamos dejar escapar la oportunidad de ver cómo se hace un manejo de bosques por estos mundos y el martes y miércoles estuvimos de excursión en la selva. Esta vez sí tuvimos que hacer uso del machete para encontrar los caminos, bueno, en realidad dejamos que lo hicieran los expertos, que si tengo que guíar a alguien en mitad de la espesa jungla, aún estaríamos por allí perdidos.
Fuimos con Mateo y con todos los alumnos y voluntarios que hay en estos momentos en el parque, es decir, un total de 20 personas. Estuvimos en los campamentos de AFISAP (Asociación Forestal Integral San Andrés Petén) que son quienes llevan a cabo el proyecto y algunos de sus trabajadores nos guiaron y explicaron cómo se hace todo. Talan varias especies, que según el interés comercial de cada una tienen que tratar de una u otra manera y algunas de ellas, como por ejemplo la caoba, la exportan a USA para hacer guitarras Gibson, entre otros. Como una imagen vale más que mil palabras, nos llevaron a la zona de acción y en vivo y en directo vimos cómo se tala un árbol de unos 25m de altura (nunca he sido muy buena con esto de las medidas a ojo, pero puedo decir que era muy alto). Para que no tengáis mucha envidia, acompañamos el texto con un par de fotos del momento en cuestión.





En la primera se ve cómo hacen cortes en oblicuo, que según cómo los hagan y en qué parte, el árbol caerá en una u otra dirección. Ésta ha sido elegida previamente en relación a los claros que hay alrededor, es decir, eligen siempre que caiga hacia el lado que menos daño pueda hacer al resto de especies. En este caso, falló la primera idea y justo cayó hacia donde nos habíamos puesto en un principio... menos mal que nos avisaron a tiempo. La otra foto nos muestra el árbol caido en todo su esplendor. El sonido que hace es interesante, aunque indescriptible por medio de palabras, así que... quien quiera ya me pedirá que le ponga el video que grabó una de las voluntarias, que ahí se puede oir el estruendo.
Y poco más puedo contar. Dormimos en un claro de la selva con nuestros sacos de dormir y bajo una preciosa mosquitera, después de habernos bañado en una poza fresquita y haber compartido historias alrededor de una fogata, como en cualquier campamento juvenil, sólo que en éste teníamos monos aulladores como sonido de fondo.

Para terminar pongo la foto de grupo, que nunca puede faltar. Somos todos los que estamos, pero no estamos todos los que somos...



¡Qué les vaya bien!

1 comentario:

  1. jajjaja, amparo, lo de los cascos puestos en los taladores es simbólico no? porque anda que te iba a evitar algo si se te viene encima el arbol... he estado desconectada de vuestro blog un tiempo...ahora estoy leyendolo todo!! un beso!

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